Baya de Kamchatka
La madreselva (baya de Kamchatka) es un arbusto frutal perenne que atrae la atención de los jardineros por su cosecha más temprana, que madura incluso antes que las fresas.
A diferencia de las especies especies ornamentales los arbustos de variedades frutales crecen muy despacio, pero son poco pretenciosos, resistentes a las fluctuaciones de temperatura y a la sequía. Son arbustos de porte erguido (crecen hasta dos metros) con una copa esférica y densa (de hasta 1,5 metros de diámetro) y tallos colgantes de color verde púrpura.
Las variedades tempranas de madreselva maduran a principios de verano, antes que las fresas. Las bayas ovaladas, de color azul violáceo y céreas, desprenden un agradable sabor. Su fina piel se deshace en la boca. La pulpa agridulce, jugosa y de color rojo oscuro es rica en vitaminas y nutrientes. De un arbusto adulto pueden recolectarse unos tres kilos de fruta. Pero también hay ejemplares superproductivos: en cada planta maduran hasta 8 kg de bayas.
Características de la madreselva comestible
Las bayas de todas las variedades de madreselva son muy saludables. Son ricas en vitaminas A, B y C. Los frutos, brotes y hojas se utilizan desde hace mucho tiempo en la medicina popular. Hoy en día, en las farmacias se pueden adquirir preparados farmacéuticos elaborados a base de extracto de madreselva. Estos medicamentos están indicados para diversas enfermedades del hígado y la vesícula biliar.
Los cosmetólogos recomiendan utilizar mascarillas elaboradas con frutos frescos de madreselva para tratar el acné y también para hidratar la piel seca del rostro.
Las bayas comestibles de la madreselva se comen mejor directamente del arbusto: así entra en el organismo la máxima cantidad de vitaminas. Además, las bayas se pueden utilizar para hacer mermeladas, confituras, jaleas, pastillas, gelatinas, mousses, cócteles, licores caseros y vinos. Para el almacenamiento a largo plazo, las bayas se secan y congelan.
Especificidades de la plantación y cuidados
A la hora de elegir un emplazamiento para las bayas de madreselva, es importante tener en cuenta que las ráfagas de viento y las fuertes corrientes de aire pueden provocar la caída del fruto antes de que madure. Es preferible cultivar la madreselva en suelos arcillosos con niveles de acidez neutros.
La madreselva es una planta muy poco pretenciosa y resistente. El cuidado de los arbustos no causará ninguna dificultad incluso para los jardineros principiantes:
Se recomienda regar los arbustos jóvenes dos veces por semana y las plantas maduras cada quince días;
A principios de primavera, después de la cosecha y a mediados de octubre, los arbustos deben abonarse con complejos minerales para cultivos frutales de huerta;
En primavera, antes de que aparezcan los brotes, se lleva a cabo una poda sanitaria: se eliminan todas las ramas dañadas y las que crecen hacia dentro;
La poda de formación de la copa puede realizarse en una planta adulta de cuatro años.
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