El otoño es la época ideal para plantar rosales. Durante esta época, la propia naturaleza ayuda a las plantas a echar raíces y prepararse para el invierno. En octubre, el suelo está muy caliente y aún no se ha helado en la superficie, lo que crea las condiciones ideales para el enraizamiento. A principios de mes, la temperatura del suelo oscila entre +12 y +15 °C, lo que permite a las plantas echar raíces. A principios del invierno, la temperatura bajará a +3+5°C, lo que ayudará a los esquejes a entrar en la fase de latencia.
Ventajas de la siembra de otoño
Los esquejes de rosal plantados en otoño florecen al año siguiente, deslumbrantes por su brillante belleza.
En otoño, las plántulas tienen una tasa de supervivencia récord: el suelo calentado en verano proporciona un crecimiento más activo de las raíces en comparación con la siembra de primavera.
En esta época del año, el balance hídrico es óptimo: las lluvias humedecen bien el suelo, lo que es importante para el enraizamiento y el desarrollo de las raíces.
Antes del invierno, las rosas no consumen nutrientes para el crecimiento de las hojas y la floración, toda su energía se dirige a la formación de raíces. No hay necesidad de cuidados adicionales: tratamientos contra plagas y enfermedades, fertilización.
Consejo útil. El otoño no sólo es adecuado para plantar plantones, sino también para propagar las variedades favoritas por esquejes.
Selección del emplazamiento para las rosas
A las rosas les gustan las zonas luminosas protegidas de las corrientes de aire y de la luz solar directa durante el mediodía.
El suelo debe estar suelto, cultivado y bien drenado. El pH óptimo para los rosales es de 5,5-6,5.
Antes de plantar, enriquece la tierra con materia orgánica echando compost, turba o humus de hojas podridas. Es mejor añadir abonos minerales directamente al hoyo, pero mezclándolos con la tierra para evitar quemar las raíces.
Trabajos preparatorios
En otoño, el proceso de plantación es prácticamente el mismo que en primavera.
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Para una mejor supervivencia, el sistema radicular debe remojarse en agua templada durante varias horas. Añada al agua una solución débil de permanganato potásico (rosa) o cualquier activador de raíces con heteroauxina o ácidos húmicos; siga estrictamente las instrucciones de preparación.
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Compruebe cuidadosamente el sistema radicular. Elimine las raíces dañadas podándolas hasta el tejido vivo.
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Recorte los brotes largos hasta 3-4 yemas. Esto permitirá que la planta crezca más rápido en primavera y forme un arbusto denso.
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Deben eliminarse todos los brotes situados por debajo del trasplante. Si no se hace, con el tiempo pueden desarrollar brotes silvestres, lo que debilitará la planta y dificultará su mantenimiento.
Plantación
Es importante plantar los rosales a la profundidad adecuada y en un hoyo bien preparado. Así pasarán el invierno con éxito, florecerán exuberantemente y vivirán durante décadas.
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Cava un agujero de 50x50 cm.
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Coloque una capa de drenaje de 10 cm de cualquier material mineral o cerámico.
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Los esquejes de variedades arbustivas se entierran de forma que el lugar del injerto quede a 5 cm por debajo del suelo. Los rosales trepadores se entierran a 7-10 cm de profundidad. Profundizar el injerto protegerá contra la aparición de brotes silvestres y ayudará a que el arbusto se regenere si se hiela en invierno.
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Una vez colocado el plantón en el hoyo, apisone suavemente la tierra, sujetando el plantón por el tronco. Riegue generosamente.
Cubre el suelo alrededor de la planta con material vegetal seco, como hojas caídas. El mantillo ayudará a retener la humedad y protegerá las raíces del frío.
Cuidados en la primera temporada tras la plantación
Uno de los principales enemigos de las flores exquisitas es el oídio. En primavera, en cuanto hace más calor, es importante tratar los arbustos profilácticamente con sulfato de cobre. Se prepara una solución a razón de 100 gramos de sulfato de cobre por cubo de agua. Este procedimiento impedirá el desarrollo de cualquier enfermedad fúngica. La misma solución puede aplicarse a arbustos frutales como grosellas si crecen cerca de rosales.
Para conservar la humedad en el suelo y evitar la erosión del círculo del tronco durante el riego, se recomienda colocar mantillo. Una capa de turba o compost alrededor de los arbustos evitará la rápida evaporación de la humedad y protegerá las raíces del sobrecalentamiento.
Una parte importante del cuidado de las rosas es aflojar la tierra. Sin embargo, sólo debe aflojarse hasta el otoño. En invierno, el suelo debe labrarse para evitar que las raíces se congelen.
Es aconsejable eliminar los brotes en la primera temporada, para que la planta se concentre en el enraizamiento y el crecimiento activo. Deje sólo una flor en cada brote para estimular el desarrollo del sistema radicular.
Para formar un bonito arbusto, se recomienda pellizcar los brotes laterales después de la 4ª hoja. Este tratamiento aumenta el número de flores.
Una plantación otoñal adecuada de los rosales es garantía de su salud y floración el año que viene. Siguiendo estas recomendaciones, podrá crear en su jardín una hermosa y vibrante rosaleda que le deleitará durante muchos años.