Preparar las rosas para el invierno es todo un complejo de trabajo. Acciones incorrectas pueden conducir a la muerte de las plantas, por lo que es importante conocer los conceptos básicos y evitar errores comunes.
¿Por qué hay que tapar las rosas?
Las rosas son consideradas con razón las reinas de las flores, nadie puede resistirse a su belleza. Poco a poco se están convirtiendo en el cultivo ornamental dominante en nuestros jardines. Sin embargo, hay un problema: en nuestro clima, ninguna variedad de rosa ornamental es completamente resistente a las heladas. No se puede estar seguro al 100% de que las flores del sur pasen bien el invierno. Si todas las plantas han sobrevivido al invierno actual, pueden helarse en el siguiente, más frío. Para no poner en peligro su belleza, conviene cubrirlas.
¿A qué temperatura mueren las rosas?
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raíces a -15°C;
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capullos y flores a -3°C;
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cuello de la raíz -4°C.
Los distintos grupos de rosas reaccionan de forma diferente al frío. Rosas híbridas se consideran las más delicadas. La máxima tolerancia al frío la muestran las rosas de parque. Rosas plisado ocupan una posición intermedia.
Si su zona experimenta frecuentes fluctuaciones de temperatura, elija especies tolerantes a las heladas que pasen bien el invierno en la nieve sin refugio especial (por ejemplo, Schrabs o floribundas). Toleran muy bien las heladas de hasta -25 °C, pero también pueden soportar temperaturas más bajas durante poco tiempo.
¿Qué les ocurre a las rosas en otoño?
Las rosas saben cómo prepararse para el sueño invernal. A temperaturas en torno a 0 °C, dejan de crecer y ya no consumen nutrientes. Antes de que caigan las hojas, transfieren todos los nutrientes que contienen a los tallos, la corteza, la madera, los brotes y las raíces, lo que contribuye al endurecimiento natural. Los elementos acumulados serán necesarios en primavera, cuando las plantas empiecen a despertar.
Estos procesos sólo se producen a la luz, por lo que los rosales no deben cubrirse demasiado pronto. Para conservar los brotes inferiores, basta con recortar los arbustos en noviembre hasta una pequeña altura de unos 10-15 centímetros.
Errores a evitar
Cubrir el rosal demasiado pronto puede provocar podredumbre y enfermedades fúngicas. Las cubiertas no deben impedir la circulación del aire. En regiones con fluctuaciones de temperatura y deshielos, las rosas cubiertas deberán ventilarse para evitar la acumulación de humedad y la condensación.
Los abonos deben aplicarse con mucho cuidado en otoño, leyendo atentamente su composición. El nitrógeno estimula el crecimiento, lo que es muy indeseable antes de la invernada. La aplicación tardía de fertilizantes nitrogenados puede provocar la congelación de toda la mata.
Plan de trabajo de otoño
La preparación para pasar el invierno comienza mucho antes de que llegue el frío:
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A finales de verano o principios de otoño, se lleva a cabo la poda de los rosales, eliminando las flores marchitas y los brotes enfermos y débiles.
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Aplique abono de fósforo-potasio para reforzar el sistema radicular y aumentar la resistencia a las heladas.
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Las variedades no resistentes a las heladas se cubren con tierra hasta una altura de 15-20 cm para proteger el sistema radicular de las heladas.
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Después de las primeras heladas, las rosas deben cubrirse. Para el aislamiento se puede utilizar agrofibra, lapnik de abeto, paja.
Importante. Antes de cubrir los arbustos, hay que quitarles las hojas para evitar que se acumulen y se pudran.
Métodos de aislamiento
Cavar ayudará a resolver el problema de la invernada más a fondo. Bajo la capa de tierra, las plantas están calientes en los inviernos más fríos. Los tallos se doblan, se cubren con tierra y se acolchan. A continuación, el arbusto se cubre con geotextil y, cuando nieva, se cubre de nieve. La principal desventaja de este método es que, cuando llega el deshielo, las plantas cicatrizan.
El método más cómodo y sencillo es el refugio esqueleto. Se sujetan ramas de rosal con grapas metálicas y se cubren con una o varias capas de materiales protectores.
El montaje de estructuras de armazón es el método más laborioso pero más fiable. Los refugios de secado al aire proporcionan una protección fiable contra el viento, las heladas, la sequedad invernal y la desecación.
Las estructuras de armazón están hechas de arcos metálicos, malla metálica, tubos y vigas de madera. La condición principal es que la estructura esté bien sujeta al suelo y no se vuelque ni siquiera con vientos fuertes. La lona o el vellón se tienden sobre el armazón.
Preparar adecuadamente sus rosales para el invierno es un paso importante para mantener sus plantas bellas y sanas. Siga unas normas sencillas y evite los errores más comunes, y su rosaleda florecerá año tras año.